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Texto resumido por la IA durumis
- Comparte la experiencia de que, tras volver a jugar al golf recientemente, la práctica de relajarse al golpear ha permitido que pueda enviar la pelota más lejos que antes.
- El autor afirma que, al igual que en el golf, en el trabajo una fuerza excesiva puede reducir la eficiencia del trabajo y provocar estrés y agotamiento.
- Destaca la importancia de controlar el ritmo mediante el descanso adecuado, ya que la tensión excesiva puede ser contraproducente.
Swing de driver de Ecohun
Recientemente volví a tomar el palo de golf. No había ido a la cancha de golf durante unos meses por varios motivos, grandes y pequeños, pero aún así pude mantener mi antigua habilidad porque tengo buena coordinación.
Como hacía mucho tiempo que no jugaba al golf, pensé en ponerme a prueba y ver qué tal me iba, pero ¡sorpresa! ¡Golpeaba la bola mucho mejor y más lejos que cuando jugaba con frecuencia! Me sorprendió ver que, con el driver, conseguía 205 metros cuando antes no llegaba a los 200.
La clave estaba en relajarse. Antes, hacía todo lo posible para golpear la bola con fuerza y sacarla lo más lejos posible. He oído muchas veces que el golf hay que jugarlo con relajación y usando la cintura, así que me propuse hacerlo. Y funcionó, la bola iba bien y con precisión.
En el trabajo también es habitual que nos excedamos, y eso puede hacer que las cosas salgan mal. Si intentamos ser demasiado perfectos, en algún momento nos consumirá el agotamiento y podemos enfadarnos con los compañeros que trabajan menos que nosotros, lo que podría provocar conflictos. Incluso podemos sentirnos más tensos y no rendir a nuestro nivel.
Además, si nos esforzamos mucho y no obtenemos resultados, por ejemplo, si creamos una propuesta con mucho esfuerzo y no la adjudicamos, sentiremos estrés y frustración.
Sería estupendo poder cuantificar el grado de esfuerzo que debemos aplicar... Pero cada uno de nosotros debe sentir el grado de esfuerzo que está realizando.
Si corremos durante mucho tiempo, podemos sentir si estamos corriendo demasiado rápido. Si en el trabajo sientes que estás trabajando demasiado rápido, necesitas un descanso. Al igual que cuando en una carrera se sobrecalienta el coche y hay que entrar en boxes, nosotros también podemos optar por un breve descanso.